En una superficie de trabajo limpia, forma un volcán con la harina de trigo.

Rompe los huevos en el centro del volcán y agrega la sal.

Con un tenedor, bate los huevos mientras incorporas gradualmente la harina desde los bordes del volcán.

Amasa la masa con las manos durante unos 10 minutos, o hasta que esté suave y elástica.

Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar durante al menos 30 minutos.

Después del reposo, divide la masa en porciones más pequeñas y extiéndelas con un rodillo hasta obtener el grosor deseado.

Pasa la masa por una máquina de pasta o córtala en la forma deseada a mano.

Cocina la pasta en agua con sal hirviendo durante 2-3 minutos, o hasta que esté al dente.

Escurre la pasta y sírvela con tu salsa favorita.